Tadic ganó el pulso a Thaci

La visita programada del presidente serbio Boris Tadic a Kosovo se convirtió como no podía ser de otra manera en el enésimo pulso entre Pristina y Belgrado por demostrar quien tiene la soberanía del territorio.Tadic pretendía acudir a lo que el considera provincia serbia sin cumplir tramites diplomáticos y sin pedir permiso a las autoridades locales mientras que Thaci,primer ministro de lo que el considera estado soberano,pretendía negar la entrada al mandatario serbio.

Al final el contencioso lo resolvió como no podía ser de otra manera el binomio EEUU-UE,los verdaderos gobernantes de Kosovo y lo hicieron esta vez en favor de Tadic tras presionar y obligar a Thaci a reconsiderar su postura inicial.

Todo esto vuelve a demostrar que pese a los continuos tiras y aflojas entre Pristina y Belgrado las decisiones que afectan al territorio se toman entre Bruselas y Washington,y todos los movimientos tanto de Belgrado como de Pristina son movimientos de cara a la galeria y para consumo interno.

La situación sin embargo no deja de ser curiosa,si tomamos Kosovo como parte de Serbia observamos que en la práctica toda la parte de mayoría albanesa escapa al control de Belgrado y es casí imposible hablar de soberanía serbia en esa zona.Pero si tomamos Kosovo como estado soberano nos encontramos con la misma situación.En la zona norte donde los serbios son mayoria, es imposible hablar de soberanía del autoproclamado estado kosovar.

El embrollo es enorme y es la muestra del fracaso de las políticas occidentales en los balcanes.Se pretendió crear estados nación etnicamente homogéneos cuando esto era prácticamente imposible, y de aquellos polvos estos lodos.Lo único que se consiguió es separar pueblos,destruir proyectos integradores y crear un mapa extremadamente complejo,y todo eso en nombre de la estabilidad de la zona,ahi es nada.Los principales focos de inestabilidad y tensión en la región son curiosamente las dos creaciones occidentales:Bosnia y Kosovo,Kosovo y Bosnia,ambos protectorados en la práctica y ambos el principal dolor de cabeza para los promotores y diseñadores del nuevo orden impuesto en los balcanes tras el desguace de Yugoslavia