Kouchner se confiesa

Recientemente en un programa de televisión francesa Bernd Kouchner admitía refiriéndose a una imágenes suyas en viaje a Bosnia durante la guerra que los famosos campos de exterminio serbios no eran tal cosa y que todo fue una manipulación del presidente musulmán Alija Izetbegovic.Lo dijo impávido, sin inmutarse ni mostrar la mínima vergüenza ni el mínimo arrepentimiento.Al fin y al cabo esta confesión no era nueva,hace unos años en su libro “Les guerriers de la paix” narraba un encuentro con un Izetbegovic gravemente enfermo apunto de morir donde este reconocía que aquellos campos no eran campos de exterminio sino campos donde se concentraban personas que iban a ser cambiadas por otras que estaban en zona enemiga,una practica triste pero habitual y en la que participaron tanto serbios,croatas como musulmanes.
Sin embargo resulta curioso que Kouchner se haga la victima de los engaños del dirigente musulmán y le cargue al muerto, precisamente al muerto,que ya no se puede defender.Nadie duda que Kouchner lo sabia desde el inicio,pues el régimen de Izetbegovic jamás hubiera podido levantar un entramado mediático capaz de influir en la toma de decisiones de la Comunidad Internacional de no haber contado con el apoyo de diplomáticos como Kouchner y agencias de relaciones publicas como Ruder Finn.
Pero, ¿Quién es este Kouchner del que estamos hablando? Bernard Kouchner es uno de esos hijos del 68 francés que cambio el puño en alto y la barricada por la corbata y el coche oficial del neoliberalismo mas recalcitrante, convirtiéndose en un diplomático de alto nivel.Pero ante todo por lo que destaca Kouchner es por ser un firme y entusiasta defensor del derecho a la “injerencia humanitaria”.Este derecho,noble en teoria,no es mas que en la practica,el derecho de las potencias occidentales a intervenir en cualquier parte del planeta para salvaguardar sus intereses,eso si, camuflándolos con la retórica “humanitaria”.De esta manera cuando las causas “humanitarias” no están claras, son confusas o simplemente no existen,estas se manipulan o directamente se inventan.Es en este momento donde personajes como Kouchner intervienen como auténticos propagandistas de guerra,pues en las guerras,la batalla de la opinión publica tiene mucho peso. Kouchner difundió mentiras sobre los serbios en Bosnia y más tarde en Kosovo para acabar siendo un firme defensor de la intervención militar en Irak en 2003.
De nada sirven sus “confesiones”,nadie le va a pedir cuentas por ello y nada va a cambiar ya lo que la política de hechos consumados ha impuesto gracias a personajes como Kouchner