lunes, 16 de junio de 2008

Última oferta de la UE: Jornada laboral de 65 horas

Ni 35 como se venía reivindicando desde hace años ni 40 como se venía haciendo hasta ahora. La jornada laboral del futuro en la UE del “progreso” y el “bienestar” ascenderá ni más ni menos que a 65 horas semanales.Todo un viaje en el túnel del tiempo hacia el pasado más negro de la historia de los derechos laborales.

Si miramos el mapa de la Europa continental más occidental podemos observar el azul marino de los países miembros y el gris de los que aun no han entrado a formar parte del selecto club.
La prospera e independiente Suiza y la paupérrima y atrasada Albania por un lado y por otro el espacio físico que en el pasado ocupó Yugoslavia excepto los aplicados alumnos eslovenos que hace tiempo ingresaron en el club (ostentando este año la flamante presidencia rotatoria). El resto suspira por entrar y trabaja a contrarreloj para sacar buena nota y aprobar la prueba de acceso, para unos más exigente que para otros todo hay que decirlo,y poder ser a todos los efectos miembros de pleno derecho.

Mientras estas repúblicas ex yugoslavas preparan su ingreso entusiasmadas en el interior de la Unión una corriente de desencanto y euro escepticismo se va apoderando de una gran parte de ciudadanos que empieza a ver como esas promesas de progreso y prosperidad se estrellan con la tozuda realidad de leyes regresivas en el plano social y laboral,encarecimiento de los bienes de consumo con la llegada del euro y perdida progresiva de la soberanía popular en favor de la soberanía de las élites económicas que controlan de facto la Unión.

Irlanda ha dado portazo al Tratado de Lisboa por refrendo popular, el resto lo aprobarán por decreto sin consultar a la ciudadanía para evitar bochornos como la fallida Constitución Europea o portazos como el de los irlandeses.

En los países que nos ocupan no esta previsto referéndum sobre la entrada al club, tampoco parece haber oposición al ingreso excepto en Serbia, dónde la coalición nacionalista se muestra reacia al ingreso, aunque más por rencillas por el tema de Kosovo y por las humillaciones a las que el país se ha visto sometido por parte de la Unión que a consideraciones de otro tipo.

La jornada de 65 horas no es desde luego una oferta tentadora para el grueso de los trabajadores ex yugoslavos que aun están a tiempo de escapar de esta locura neoliberal.Sin embargo el rodillo de las élites económicas con sus políticos como peones y los medios de comunicación al servicio de la propaganda harán que el ingreso sea una realidad antes de que los eslavos del sur se den cuenta de la trampa en la que han caído.

Bienvenidos a la Europa de las 65 horas laborales,Bienvenidos a la Europa del Capital!!

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